ORIGEN DE LA CONGREGACIÓN DE HERMANAS DOMINICAS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.
Hacia la mitad del siglo XIX, una ferviente cristiana de Lyon Srta. Hedwiges Portalet, impulsada por la llamada del Señor a consagrar su vida al servicio de Dios en su prójimo.
Fue a Marcella a conocer al fundador del Institu de ciegos y solicitó el ingreso a la Congregación.
En 1866, fue enviada a Toulose a fundar un institu similar, el que muy pronte se hizo autonomo y floreciente.
Las hermanas acogieron a Santo Domingo en sus hijos, con una inmensa caridad fraterna y de su lado los Padres brindaron su luz espiritual, lo cual la comunidad de hermanas pidio su afiliación a la Orden de predicadores.
La congregación, parece providencialmente llamada a ocuparse de l@s jovenes cieg@s, no obstante, se dedican a toda clase de obras de celo y caridad, allí donde las necesidades surgen, allí donde hay algo que hacer en servicio de los hermanos.
Las hermanas Dominicas hicieron honor a su vocación. Madre Hedwige ayudada de una colaboradora de deseñalado mérito , Francoise Lohier, hizo crecer su congregación y pudo enviar comunidades a varias casas de: Francia, España y América del sur.
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